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METAFISICA - novena parte


POLARIDAD

No hay un solo deseo tuyo que no puedas realizar. Todo aquello que tu consideras imposible de obtener, aquello que juzgas "demasiado bueno para que te ocu­rra", es precisamente lo que más deseas en el mundo. El deseo está en el fondo de tu corazón. Lo único que no lo deja surgir es el temor, las dudas y los decretos negati­vos que haces constantemente. Muy especial ese decre­to: "Es demasiado bueno para que se manifieste".

Cambia de Polo. Hasta ahora has estado actuando de fijo en el Polo Negativo. Cámbiate al Polo Positivo. Esto lo haces de la manera siguiente: Declara de una vez que tú hayas terminado de utilizar los conceptos de ayer, que hoy eres una persona nueva, distinta, que reclamas tu bien, que lo deseas y estás esperando que comience a manifestarse ahora mismo. Declara que ya no quieres vivir más en el ambiente del mal, sino en el ambiente del bien. Decreta la Verdad de que por virtud de tu deseo y tu palabra expresada, ahora mismo, ya, estás viviendo en el Polo Positivo, y niégate a aceptar ninguna duda al respecto.

Ahora procede de la siguiente manera: cada vez que expresas un deseo, di: "Yo deseo tal cosa, en armonía para todo el mundo y si es voluntad del Padre. Gracias Padre porque ya me has oído". De esta manera no podemos causarle ningún inconveniente a alguien. Como nuestras vidas están tan entrelazadas, el bien tuyo po­dría constituir el mal de otro. Vamos a poner un ejem­plo: Tú y otra persona desean un mismo objeto, no hay sino uno solo; tú, con tus conocimientos superiores lo obtienes; pero te has perjudicado. Como en la verdad no existe semejante situación, tú al desearlo en armonía para todo el mundo y si es la voluntad del Padre, obtendrás lo que deseas, ése, otro idéntico o mejor. Serás guiado al lugar donde se encuentre. Ella tampoco (y nadie) ha sufrido perjuicio.

En este ejemplo sencillo estás viendo el objeto. Pero en muchas otras circunstancias no será un objeto que tienes por delante, sino algo que tú crees que te incumbe a ti nada más, cuando en realidad puede alterar el ritmo de otro u otros.

No te antojes jamás de algo que otro posee. No es necesario despojar a nadie para satisfacer nuestros de­seos. Todo lo que puedas anhelar ya existe en tu propio caudal. Reclama tu propio Bien.

Muchas veces nos empeñamos en lograr algo y luego nos arrepentimos de haberlo obtenido. Esto se debe a que lo que hemos deseado obedecía a un mero capricho. Por eso siempre se debe desear o pedir de acuerdo con la voluntad del Padre. Así estamos seguros de que lo que manifestamos es lo que nos va a satisfacer.

 

LA BENDICIÓN

Haz la prueba tú mismo ensayando lo siguiente: Pon dos plantas una al lado de la otra. Riégalas a las dos todos los días, pero escoge una de las dos para bendecir­la y alabarla. Dile muchas cosas bonitas. Ámala. A la otra cuídala pero no la bendigas ni la alabes. Verás tú mismo el resultado.

Cada vez que sucede algo malo o desagradable, no pierdas un instante; di: "Es por bien. Bendigo el bien que contiene". Todo contiene el Bien y al tú bendecirlo se aumenta y se manifiesta. Lo que parecía malo se convierte en una gran bendición y una felicidad, porque lo habrás pasado al Polo Positivo.

No bendigas a las personas; bendice al Ser Divino en ellas. No bendigas a un enfermo, bendice al órgano saludable que está manifestando una mentira. Bendice la salud y la Verdad en él.

Ten cuidado esmerado en no expresar jamás algo que vaya en contra de otros. La Ley del Ritmo ("No hagas a otros lo que no quisieras que te hicieran a ti") es un buen bumerang y no perdona. Lo que le hagas a otros se devuelve y te lo harán a ti. Si le deseas mal a otro te ocurrirá ese mal a ti. Si calumnias o criticas, otros te calumniarán y te criticarán. Si bendices a otro encontra­rás quien te bendiga a ti. Si ayudas a otro, encontrarás ayuda cuando más lo necesitas. Si perdonas serás perdo­nado. El Ritmo es un péndulo.

Cuando alguien te haga un daño, no lo bendigas. Bendice su Ser Divino, dile mentalmente "que se te haga el bien" y piensa en otra cosa. Así cuando tú hagas algo sin intenciones de herir o molestar a otros, pasará desapercibido y nadie lo sentirá.

Cuando te irrite un majadero, bendice en él a "un ángel desconocido". Verás que te dará una buena noti­cia o un dato útil.

Cuando no quieras ser interrumpido en algún trabajo, declara la armonía del Ser. Di: "No es armonioso el ser interrumpido. Dios está en este trabajo y al mismo tiempo en el inoportuno. No es posible que Dios se divida en dos y que las dos partes sean antagónicas".

El Universo está constituido así. Todo surge del principio masculino y femenino. El pensamiento es masculino. Polo Positivo; El Alma es femenina. Polo Negativo. Ahora es cuando puedes comprender lo que al principio te hubiera confundido; y es que el pensamien­to, para manifestarse, necesita unirse o ser casado con un sentimiento.

El alma es la sede de las emociones, de los sentimientos...

 

ALMA

Casi no te he nombrado el alma, porque es un estudio que ha ocupado demasiado la atención de los hombres. El alma es ese "fantasma" que a veces aparece y asusta. Es también la sede de las emociones.

El alma del hombre habita lo que llaman "el Plano Astral". Lo habrás oído nombrar mucho. Las fuerzas que rigen ese Plano son llamadas "psíquicas". Es el reino de las experiencias fenomenales como el espiritis­mo, la mediumnidad, ciertas manifestaciones magnéti­cas, etc. Es un plano muy ameno, muy distraído, muy interesante pero también aterrador, a veces. Pocos de los que se dedican a estudiarlo, deslumbrados por sus manifestaciones misteriosas, pasan de allí. No adelan­tan ni espiritual ni materialmente, a pesar de que todos viven bajo la ilusión de estar en La Verdad.

Jamás ningún estudiante del Plano Astral es feliz, ni sano de cuerpo, ni rico. No logran dominar sus problemas ni sus defectos. Sus conceptos son negativos y ven el mal como el resto de los ignorantes. "Por sus frutos los conoceréis", dijo Jesús.

Para resolver sus problemas los verás consultando con las almas de los muertos; corriendo a consultar a las personas que leen la mano, tiran las cartas y predicen el futuro.

Estos "espíritus", o almas descarnadas, siempre son del mismo grado de evolución del que las llama, pues no se puede atraer, ya lo sabes, sino lo que sea igual a la propia conciencia. Generalmente los consejos que reci­ben son contradictorios, de acuerdo con la opinión del "espíritu" que lo está impartiendo, y llevan a sus vícti­mas de la confusión al desastre.

Las personas "psíquicas", estudiantes del Plano As­tral, tratan de asombrar a los demás con sus conocimien­tos misteriosos y que rara vez "les es permitido reve­lar". El "psiquismo" termina por enloquecerlos, porque sin la guía del Ser Divino y la Verdad, el Plano Astral se convierte en un laberinto sin salida.

A ese plano se refirió Jesús cuando dijo: "Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque la puerta es angosta y estrecho el camino que lleva a la vida, y son pocos los que la hallan". La puerta angosta, que, sin embargo, se abre a la amplitud de la vida "mira" hacia el Ser Divino, pues mirando al Bien se produce el Bien. Mirando siempre hacia la sombra no se manifiesta sino sombra. "Por sus frutos los conoceréis".

En génesis, cap. 30, ver.30, aparece este axioma:

"Por sus frutos los conoceréis", está simbolizado en el siguiente relato. Después de haber servido a Laban, al padre de su esposa, durante muchos años con toda eficacia y lealtad, y no haber recibido ninguna recom­pensa, Jacob le pidió a su suegro que le diera un salario. Laban le preguntó "¿Qué te daré?". Y Jacob le contestó:

"Aparta de tus reses todos los machos cabríos listados y manchados y todas las cabras salpicadas. Estas y la cría que salga listada, manchada y salpicada serán para mí. Los blancos y los negros serán lodos los tuyos de hoy en adelante". Laban convino y separó las bestias. Jacob entonces cortó varas de álamo, de avellano y de plátano oriental; descortezó en ellas listas de manera que apare­ciera lo blanco de abajo contrastando con lo que les quedara de corteza oscura y las echó en los abrevaderos de las reses de Laban. Estas tenían que mirar la vara cada vez que bebían el agua en que flotaban, y la cría que parían salía también manchada, listada y salpicada. De esta manera aumentaron sus rebaños en cantidades extraordinarias.

No se trata aquí de una lección de moral sino de exponer la Ley, a la manera bíblica; de lo que se mira, se reproduce.

El ser astral es humano. El alma humana es la que se gradúa al Plano Astral y es la que acude a las sesiones espirituales. Conserva aún sus conceptos intactos y no sabe ver ni juzgar de otra forma, sino de acuerdo con lo que ve.

Tú que estás buscando la luz y que tal vez eres miembro de alguna secta u orden de las que se llaman "espirituales", observa el fruto de tus maestros y diri­gentes. ¿Padecen de enfermedades y achaques? ¿Mue­ren tuberculosos o de cáncer? ¿Viven de limosnas o exigen contribuciones determinadas, o condenan el di­nero? ¿A menudo sufren de la calumnia y la persecu­ción? "Por sus frutos los conoceréis". Ignoran por completo el significado de las leyes básicas. Sus con­ceptos son tan errados como los tuyos. ¿Qué te pueden ensenar? ¿Ostentan títulos altisonantes de suprema au­toridad? Jesús dijo: "No llaméis a nadie Padre, pues uno solo es tu Padre, que está en el cielo". ¿Llevan vestimentas impropias de la época en que vivimos? Están viviendo aún en el pasado remoto; en la Era precristiana cuando la moda en los hombres era la bata y el manto. Sus ideas están en esa Era. No han avanzado un paso. ¿Restringen la libertad de acción de sus discípulos? ¿Prescriben unos alimentos o imponen otros? Ignoran hasta las enseñanzas del que dicen seguir: "No es lo que le entra por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale por su boca". No tienen nociones de ciencia alguna. ¿Qué clase de "Maestro" es el que ignora el Principio de Vibración, tercera de las leyes de Hermes, el más conocido y popular de los iluminados de la Antigüedad?

"Por sus frutos los conoceréis" significa que por sus problemas, sus achaques, su pobreza, o sea, su manifes­tación, podrás juzgar cuáles son sus conceptos. ¿Sus libros y textos subrayan el castigo, la amenaza, el peli­gro, inspiran angustia y temor? El capítulo 23 de mateo Evangelista transcribe las palabras de Jesús tocante a estos individuos. Los llama "falsos profetas que vienen a vosotros vestidos de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces", y repite: "Por sus frutos los conoceréis. No se cogen uvas de los espinos ni higos de los abrojos".

Hay sectas que irradian bondad y amor al prójimo. Su intención y buena voluntad son inmejorables, pero mues­tran una crasa ignorancia de los principios básicos de la Creación. Algunas no comen carne, alegando que la carne animal ensucia al hombre con sus vibraciones impuras. No tienen conocimiento alguno de la naturale­za de estas vibraciones y sus frecuencias. Ya tú sabes que el pensamiento puro no puede recibir al impuro y lo que es más, lo neutraliza o lo transforma, como la luz a la sombra.

Una de las pocas maneras que tiene el animal para adelantar rápidamente en su evolución es la de servir al hombre. Cuando la oportunidad de servir se le presenta a un animal, el Espíritu que rige a toda su especie se estremece de dicha, porque al avanzar un ejemplar del grupo, avanzan todos los que vienen atrás hacia el plano humano.

La naturaleza animal del hombre requiere el alimento animal en todos los grados carnívoros. El pez grande se come al chico, hasta que llega el momento en que el hombre es guiado por su Ser Divino. Para entonces el deseo y la necesidad de comer carne animal desaparece automáticamente. No hay que forzar, no se puede; es contrario al Plan Universal. Los excesos se normalizan con sólo mirar la Verdad del Ser con mayor frecuencia.

Mientras más rudimentaria es la conciencia, más se necesita del sacrificio para adelantar. El hombre que se ve obligado a matar un animal para beneficio de una colectividad, lejos de cometer un crimen le brinda una mejor oportunidad desde dentro del reino animal. Es la ley de los mundos inferiores.

Cuando un hombre da muerte a una bestia feroz que esté amenazando a un pueblo, digamos cuando mata a una serpiente venenosa que esté arriesgando la vida de unos niños; cuando extermina las plagas que destruyen los árboles frutales o las plantas; cuando extermina las sabandijas que invaden las casas y atormentan a los humanos, no está cometiendo crímenes sino beneficio a todos, humanos y animales.

Los animales no tienen conciencia. Sólo poseen el instinto de reproducción; las sabandijas, por ejemplo, siguiendo su ley se propagan demasiado. El hombre tiene el deber de hermano mayor, de vigilarlos y controlarlos.

Cuando el hombre alcanza la conciencia espiritual ya no tiene que matar ni atrae ninguna plaga. Mas, para ahuyentarlas de su casa, basta con hablarles y dirigirse al espíritu que rige al grupo. Yo misma he presenciado ese "milagro". He visto a un metafísico avanzando deshacerse de unas cucarachas y unos mosquitos que entraron a su casa. "Hermanos", dijo dirigiéndose a los espíritus del grupo, "¡Velen por sus pupilos! Están en desarmonía. Mi casa no es el medio apropiado para ellos". Luego hablándole a los animalitos, dijo: "Va­yanse bichitos". A mis ojos asombrados, vi a las saban­dijas detenerse inmóviles un instante como recibiendo onda, y luego salieron despavoridas.

Los miembros de las sectas que mencionábamos ignoran todo lo que estás leyendo tú ahora. Se debaten en el Plano Astral, o mejor dicho, en la fase negativa del Plano, porque como todo en la Creación, ésta tiene sus dos fases.

El alma es astral y es la sede de los sentidos y las emociones. Sin éstos la vida valdría poca cosa, pues no podríamos sentir ni apreciar el arte, la belleza ni la música. La deferencia será la del cine mudo, antiguo, comparado con el moderno, con su colorido, su sonido y su técnica asombrosa.

Los sentidos y las emociones deben ser cultivados como se cultiva un talento, pues también son dones divinos. Por ningún concepto se les debe menospreciar, negar o rechazar; se les debe ajustar y equilibrar, y esto se logra elevando el pensamiento al Ser Divino y a su Verdad cada vez que sea necesario. Los excesos, la emotividad y el sensualismo los regula El, como no podemos nosotros con nuestra débil voluntad. Repri­mir, frenar y frustrar nuestras emociones y renegar de ellas y de nuestros sentidos, sin apelar a la Verdad del Ser Divino, es atrofiarlas y hasta destruirlas; es matar el alma o herirla y enfermarla. Cuando esto sucede se retrograda el ser humano al plano animal o pasa varias vidas tratando de recuperarlas.

Hay sectas que enseñan que para poder hacer contacto con Dios hay que prepararse: Hay que adoptar posi­ciones complicadas y enfocar la mente en algún sitio del cuerpo tal como el entrecejo o la base de la columna vertebral, y luego pronunciar una palabra mágica. Todo eso pertenece al Plano Astral y logra comunicar al ser únicamente con las fuerzas psíquicas del Plano Astral. Lo que están pensando es en la posición del cuerpo, el entrecejo, la base de la columna. No están pensando en Dios. No están haciendo contacto con el Ser Divino. La Biblia dice que Dios está presente y esto hay que tomar­lo en serio, y tal como suena.

Dios está en todo, en todas partes. Está presente en ti y en todo lo que te rodea. No es preciso buscarlo como se busca a una aguja caída al suelo. El Salmo 46 dice:

"¡Callad! Y sabed que Yo Soy Dios", y es todo lo que hay que hacer. Saberlo presente. Pensarlo. Se contacta a Dios pensando en él. Nada más. Practicando la Presencia de Dios es como se llega a verlo, sentirlo y acercarse a El, tal como practicando en el piano se llega a virtuoso.

Los fantasmas y las apariciones que se ven en las casas muy antiguas son los cuerpos astrales de personas que vivieron allí. Desalojados de sus cuerpos físicos, sus mentes continúan viviendo en el pasado y no se pueden desprender de él. No están conscientes de lo que los ven. Viven la vida y ven la casa como era cuando ellos estaban entre los humanos, con todos sus concep­tos intactos.

Son siete los Planos o estados de conciencia. Cada Plano comprende siete subplanos, el hombre va avan­zando de uno a otro con cada expansión de su concien­cia. El Plano Mental es el estado de conciencia superior al Plano Astral. Luego le sigue el Plano Espiritual que es el más alto que podemos conceptuar. Conocemos muchos de los ascensos que se adquieren en este plano, pero para nuestro propósito no es útil entrar a enumerar­los. Aquí estamos estudiando el Plano Mental y el Espiritual, o sea, las leyes que rigen para alcanzarlos aquí mismo en la Tierra.

 

HOY

Ayer murió; mañana no ha nacido aún; No podemos contar sino con Hoy, no podemos traer el futuro al presente; tenemos que esperar vivirlo. Para eso tenemos que vivir hoy plenamente y de la mejor manera y así se prepara el mañana. Hay que estar consciente de hoy, vivir hoy y gozarlo... mañana olvidarlo.

Muchas personas viven llorando el pasado, pensando desconsoladas en algo que ya murió. Jesús dijo: "DEJAD QUE LOS MUERTOS ENTIERREN A LOS MUERTOS. SÍGUEME TÚ A MÍ" (la vida y la verdad).

Hoy, contiene todas las oportunidades en potencia. Es una hoja nueva y limpia; si comienzas el día esperan­do sorpresas agradables, te caerán sorpresas agradables. PIENSA LO BUENO Y SE TE DARÁ.

Mirando siempre hacia atrás, no solamente se está inconsciente de lo bueno que se tiene al frente, sino que se trae todo lo malo del pasado al presente como quien insiste en quedarse en un cuarto obscuro y pestilente, teniendo al lado una habitación aireada y soleada.

Esta lección está presentada en La Biblia en el caso de la mujer de Lot, a la cual le dijeron los ángeles que escapara hacia la montaña (el plano espiritual) y no mirara hacia atrás porque sería consumida. Ella no hizo caso, miró hacia la ciudad que dejaba atrás y se convir­tió en un saco de sal. La sal en La Biblia es símbolo de cristalización. Ya sabes lo que significa una cristaliza­ción en el Subconsciente, lo que cuesta disolverla. El que vive en el pasado se le cristaliza éste en el Subcons­ciente y no avanza un solo paso. Se estaciona y el futuro no le brinda nada. El pasado se le repite en una rueda constante. La figura del saco o la estatua de sal es muy apropiada.

Por el mismo hecho de que el pasado sí es posible (raerlo al presente, es que se recomienda dar las gracias por todo tratamiento, como si éste ya hubiera sido manifestado. El tratamiento debe ser siempre hecho en el presente, debe esperarse para hoy; no funciona cuan­do se lanza hacia el futuro. El futuro no ha sido creado aún, en términos terrenales. Dios vive en un eterno presente.

Esto significa que se debe vivir sólo "al día". La previsión es positiva. El "sentido común" expresa la Sabiduría Divina en la Tierra, pero no hay que vivir en el pasado ni temer el futuro. Emerson dijo: "No hay nada a qué temer, sino al temor".

El día de hoy siempre trae todo lo que él va a necesi­tar. Los gastos de hoy siempre están cubiertos y las angustias monetarias siempre son por algo futuro. Ja­más por el pasado ni por el inmediato presente. Si te encuentras en un aprieto de dinero, es porque anticipas­te esa circunstancia en el pasado, motivado por tu con­cepto. Eleva tu pensamiento al Ser Divino, con amor, descarga tu peso en El y verás solucionarse el problema milagrosamente. (No olvides dar las gracias antes y después)

 

Jesús dijo: " Venid a mí todos tos que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso... Porque mi yugo es suave y mi carga liviana"

Y en el antiguo testamento está expresada la misma verdad como sigue: "Echad sobre Jehová tu carga, y El te sustentará. Nunca permitirá que sea movido el jus­to". Verás que esto difiere mucho de la idea prevalecente de que la voluntad de Dios es la prueba, el sacrificio, el castigo y la resignación.

Cuando La Biblia habla del "justo" y "la justicia", siempre se refiere a la justeza del pensar, a la exactitud con que se enfoca la Verdad en el pensamiento. "Buscad el Reino de Dios y su justicia" significa: Busca el plano espiritual y las leyes que lo gobiernan. En el lenguaje de hoy: PIENSA LO BUENO Y SE TE DARÁ. Recuerda al Ser Divino y él proveerá la imagen.

"Conoced la verdad y ella os hará libres", dijo Jesús. Los términos: "La Verdad", "Dios", "El Ser Divino", "El Reino de Dios", y "El Reino de los Cielos" son intercambiables, significan una misma cosa.

 

ÍDOLOS

Las primerísimas palabras de Jehová, en lo que lla­man los Diez Mandamientos fueron las siguientes: "Yo Soy Jehová, tu Dios...no tendrás otros dioses delante de mí. tío harás para ti escultura ni semejanza alguna de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni de lo que esté en las aguas, ni debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni le darás culto...".

Los judíos no interpretaron en el sentido de no colo­car estatuas en sus sinagogas. Hoy vemos la verdad detrás del símbolo: No fabricar imágenes. Imágenes mentales que luego se convierten en cosa, afuera en la tierra, en las aguas, en los ciclos y debajo de la tierra, o sea, en lo material, porque éstas se convierten en ídolos. En dioses que, según nuestro concepto, tienen poder por encima de Dios. No se recuerda que la sustancia que usamos para fabricar esas imágenes es la sustancia de Dios, y que el producto no puede ser más poderoso que el creador de él.

Ídolos o falsos dioses son: El temor, lo "inevitable", el "destino", el "mal", la "mala suerte", la "buena suerte", el microbio, el virus, la enfermedad, el peligro, la "flaqueza humana", la "maldad humana", los celos, la traición, los accidentes, la muerte, la lucha, el dinero, todo aquello "que tenemos que soportar" y todo aquello "sin lo cual no se puede vivir". La lista es mucho mayor pero con lo dicho basta para sentar la idea. Todo aquello a lo cual tememos es un ídolo. Le estamos rindiendo culto al temerle. Culto por encima de Dios.

Un ejemplo del modo como se rinde en preferencia a Dios: Conocí a un muchacho enfermo de muerte; sus familiares me informaron que todo absolutamente todo se había hecho para salvarlo, pero que estaba desahucia­do por todos los médicos más eminentes.

Les pregunté: "¿Y ustedes no son católicos?" Me contestaron: "¡Como no!...Y muy devotos". Les sugerí:

"¿Y por qué no le piden a Dios? Me contestaron: "Eso es lo único que nos falta por hacer, pero ya no hay ninguna esperanza". Insistí: "Pero para Dios no hay nada impo­sible". Repitieron con impaciencia: "¿Pero no te hemos dicho que está desahuciado por cuatro lumbreras de la medicina?"

¿Para qué insistir? En otras palabras, ¡las lumbreras médicas habrán decretado y Dios Todopoderoso tenía que agachar la cabeza ante la superior sapiencia de cuatro hormigas humanas!

Los pobres ignoraban que ya hacía tiempo que habían decretado la muerte del muchacho enfermo. Antes de consultar a la lumbreras médicas ya iban con la Fe (temor) de que lo darían por muerto.

 

LA MUERTE

"Mas del fruto del árbol de la Ciencia (o del conoci­miento) del bien y del mal, no comerás: porque seguro si comieres de él morirás". (génesis, 2).

Es la primera mención de la muerte, en el texto que dejó Moisés. Dios advirtió que la muerte vendría si se comía el fruto del árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Primeramente, en La Biblia y en las Metafísi­cas, "comer" es el símbolo de "pensar". Es decir, cuan­do se come se apropia la comida, se masca, se traga y se asimila. Lo mismo ocurre cuando se piensa en la forma que describí al principio de este librito: se recibe una idea (comida), se piensa en ella determinadamente (se masca), pasa al Subconsciente (se traga) y se vuelve parte del individuo (se asimila).

El "fruto" de este proceso no se debe comer. En el proceso digestivo, sólo a los niños muy pequeñitos se les ocurre comer el excremento. El fruto del proceso mental es la manifestación exterior, o sea, las circuns­tancias y las experiencias producidas por las imágenes que tenemos en el Subconsciente. Esto es el fruto.

El "árbol del conocimiento del bien y del mal" no es un árbol que exista en alguna parte; es una Figura simbólica que describe exactamente el proceso mental y las leyes que lo gobiernan.

Al tener nosotros el conocimiento de la leyes de la Creación expuestas ya en los capítulos anteriores, so­mos el "árbol" que produce el fruto de ese conocimiento. Se nos advierte en el texto de Moisés, que no "coma­mos" el fruto que producimos, o sea que no vayamos a juzgar por lo que vemos producido en el exterior. Que no vayamos a formar conceptos erróneos basados en lo que vemos suceder, porque lo que sucede no es sino el fruto de un conocimiento interior nuestro, bien sea un conocimiento (concepto) basado en el Bien, o un cono­cimiento (concepto) basado en el Mal. De nuevo, que no formemos una opinión basada en lo que vemos, pues esto sería "comer el fruto". Consultemos con el Ser Divino y El, la Verdad, nos dirigirá siempre en línea recta.

Todo esto, explicado por Kant, por ejemplo, es inin­teligible para todo el que no sea altamente erudito, y aun a los eruditos se les escapa la clave porque están pictó­ricos de imágenes basadas en conocimientos intelectua­les. El conocimiento intelectual es un tirano que no permite el paso, ni permite levantar cabeza a las ideas espirituales. En La Biblia llaman a la idea espiritual "un niño", porque es pura y no conoce la malicia. El que está lleno de erudición considera esto "cosas de niños".

El último eslabón de la cadena que comienza con el primer pensamiento errado es la muerte. Imagínate una cuerda con un nudo. Imagínate que la cuerda que está a la derecha del nudo es ya el final del rollo; por lo tanto se ha aflojado y anchado; imagínate que a la izquierda del nudo, la cuerda continúa hasta no vérsele el fin. Imagínate una hormiga parada en el centro del nudo, viendo hacia donde se dirige. Al fin se decide por la cuerda de la derecha, porque ve que es más ancha y más cómoda; a llegar a la punta caerá en el espacio. Si atina a decidirse por la cuerda de la izquierda, a pesar de ser ésta más angosta, se amoldará pronto y continuará firme y segura para siempre. Este es el cuadro de lo que sucede cuando se elige entre pensar negativamente o pensar positivamente. El camino negativo parece cómodo y termina pronto. El camino positivo es "la puerta peque­ña y el camino angosto que ¡leva a la vida; pocos hay quienes lo encuentran ".

El pecado original es la decisión que se hizo en el nudo; la muerte es inevitable en el camino negativo. Es un resultado natural de esa vía, pero nada nos impide devolvernos; no tenemos que morir, nosotros lo resol­vemos. Jesús dijo que la muerte sería el último enemigo que venceríamos; lo prometió.

Los grandes avanzados no mueren, sólo trascienden; Moisés trascendió. Elias trascendió; Jesús no murió. las escrituras sagradas no dicen que murió, dicen que "entregó el espíritu", que en léxico metafísico sig­nifica algo muy diferente. Equivale a proyectar el cuer­po astral (el alma) fuera del cuerpo físico.

En las operaciones quirúrgicas, los médicos llenan el cuerpo físico con éter o cloroformo u otras sustancias de la misma consistencia del cuerpo astral. Este se desaloja porque las sustancias análogas ya no le dejan espacio en el cuerpo. Hay centenares, tal vez miles de casos, en que las personas operadas dicen que "estando dormido me vi parado junto a mi cuerpo y he visto todo el proceso de la operación".

El cuerpo astral está sujeto al cuerpo físico por medio de un hilo de la misma sustancia astral; al separarse el cuerpo astral de cuerpo físico, continúan conectadas por este hilo que es elástico, pudiendo extenderse a grandes distancias. La Biblia lo llama "el cordón plateado" porque tiene un color grisáceo algo luminoso. A medida que el enfermo operado elimina la sustancia que lo ha puesto inconsciente, el cuerpo astral va ocupando el cuerpo físico otra vez.

El cuerpo astral es el que siente y está consciente; cuando sale del cuerpo físico, éste deja de sentir y de estar consciente. Cuando el ser humano muere, es que el cordón se ha partido. Se separan los dos cuerpos y el astral sigue viviendo.

Cuando Jesús exclamó en la cruz: "Eloi! Eloi! lamina sabacthani", proyectó su cuerpo astral y no sintió ya nada más. Aparentaba estar muerto o en un profundo desvanecimiento. Su cuerpo astral se reunió con su cuerpo físico después que estaba en el mausoleo facili­tado por José Arimatea y cuando las mujeres de Jerusalén fueron a buscar el cuerpo de Jesús, un personaje que la iglesia llama "un ángel" les hizo la observación: "¿Y por qué lo buscáis entre los muertos? Buscadlo entre los vivos". ¡Más claro no se puede decir que estaba vivo! Después trascendió; pero para la adulteración hecha en los documentos, convenía poner que había "resucitado", ¡como si un ser de tan altísima frecuen­cia vibratoria pudiera jamás morir!

A medida que limpies tu Subconsciencia de la imáge­nes negativas, se van transformando las células de tu cuerpo, volviéndose positivas, y te va como quien dice "devolviendo" hacia la meta de la vida. Cuando hayas terminado de aprender la lección que te corresponde aprender en esta vida que estás viviendo, no morirás en el sentido actual de la palabra. Pasarás al otro plano sin incomodidades, sin haber tenido una enfermedad; sim­plemente te irás una noche en medio del sueño.

En los "Santos" de la Iglesia Católica, se tiene que admirar la voluntad de perfección que los movía; pero ignorantes de la "Ciencia del Bien y del Mal" se impusieron torturas espantosas, que eran no solamente innecesarias sino que constituían una ofensa imperdonable al cuerpo, el cual no es otra cosa que el Templo del Ser Divino y como tal estamos obligados a cuidarlo y atenderlo.

El grado extremo de fuerza negativa que representan los azotes y torturas voluntarias, producen un estado tal de acidez, que el pobre cuerpo no puede soportarlo y rompe en llagas. Por ese motivo fue que tantos "Santos" murieron llagados o en el último estado de la tuberculo­sis. Y a eso llamaban "servir a Dios".

Mientras mayor número de personas aprenda las le­yes de la Creación, se irán disolviendo las masas obscu­ras de error que penetran el planeta; se irán acabando las imágenes falsas en el Subconsciente, reconstruyéndose la célula humana y disminuyendo el número de personas que mueren. Será el último enemigo a vencer. Ya co­menzó el regreso hacia el camino de la vida; parece ser que en próximo milenio se conocerá universalmente La Verdad.

Einstein adujo que cuando la célula humana se trans­forme en energía eléctrica, los hombres conocerán cada uno su propia ecuación y podrán desintegrar y reinte­grar sus cuerpos a voluntad.

Por lo pronto, cuando el Ser se desprenda de su cuerpo físico en lo que llaman "la muerte" y entre a vivir en el plano que sigue, lo que más le sorprenderá será constatar que todo lo que piense se le manifestará frente a sus ojos instantáneamente; pues no habiendo materia inerte que retarde el proceso, el objeto o la condición aparecerá simultáneamente, al pensarlo. Esto le causará una confusión que podría ser caótica, llevándolo a creer que en verdad está en el "Purgatorio" y hasta en el "Infierno", pues el terror le agravará la condición. Pero siempre lo estarán esperando familiares y amigos para guiarlo y explicarle las condiciones del Plano.

 

LA REENCARNACIÓN

"¿Y por qué no recordamos nada de lo que fuimos en vidas anteriores?", preguntan siempre los estudiantes de la Verdad. ¡Qué bueno que es así! ¡Qué grande es el Amor de Dios y sus Leyes sabias!

Primeramente si yo te preguntara ahora: ¿Qué hiciste tú el martes pasado? A menos que esa fuera una fecha muy marcada para ti, me contestarías: "No recuerdo, tendría que recapacitar". Y perderías el tiempo recapacitando algo tan inútil, superfluo y tan poco provechoso como es traer el pasado al presente. ¿Qué ganarías con revivir esos días pasados? Nada, y probablemente revi­virías algo desagradable, porque siempre hay algo des­agradable en el pasado.

Tú has sido criminal, preso, mujer de la vida, escla­vo, etc. Si pudieras rememorar esas épocas muertas volverías a sentir todo lo desgraciado que fuiste. Si lograras recordar la época en que fuiste reina o rey, pasarías muy malos ratos atestiguando las injusticias y las torpezas que cometiste; tu alma de hoy no podría soportarlo. Te voy a decir lo que se siente cuando se regresa la mente a un pasado tan remoto. Es como si tú acabado de bañar, empolvar y empapar de agua de colonia, te obligaran a meterte en un barrito de inmun­dicias, en el cual no le pudieras mover para sacar la cabeza y respirar. Si alguna de tus vidas pasadas fue muy espléndida y regalada, al volver a tu estado presen­te le sentirías muy mal, muy inconforme si notaras que esta vida es inferior a aquella en ventajas materiales.

La Vida es una escuela y cada vida es un grado más adelantado que el último. Si una vida es plena y la que le sigue es pobre, es porque se desperdició algo o se dejó de aprovechar y hay que rehacerlo de nuevo.

El Amor de Dios no conoce el "Infierno". Nadie se condena eternamente; todo tiene perdón. Todos tene­mos una nueva oportunidad "y hasta setenta veces siete", como lo dijo Jesús.

El "Karma " es la ley de Causa y Efecto; la casualidad no existe; todo tiene una causa, toda causa tiene un efecto. Hay Karma bueno y Karma malo, ya los cono­ces; es la deuda que contraemos por el mal y el "cobro" por el Bien.

El Ser Divino es Señor del Karma. En él no existe Karma, ¿Entonces, ¿es posible borrar un Karma malo? Sí, mirando al Ser Divino; acostumbrándonos a habitar su morada. El Salmo 91 lo dice. Además, al adquirir el ser humano lo que se llama "la conciencia espiritual", que es el estar pendiente de cumplir las leyes que he expuesto ya, no se está bajo las leyes materiales, se está "bajo la Gracia". Se tiene el derecho de invocar las leyes superiores, muchos de los efectos kármicos son disueltos automáticamente por efecto de que el individuo eleva a menudo su pensamiento. El mismo no se da cuenta de su privilegio, sino cuando compara lo que le ocurre a otros y que le es evitado a él; en ese momento se asombra y se le ocurre que él está protegido por una Presencia invisible.

Las reencarnaciones cesan cuando el individuo ha desarrollado el amor por todos sin distinción. Cuando ya sabe colocarse en el lugar de otro y comprender el motivo que lo impele actuar como actúa. Cuando siente que no tiene nada que perdonar porque lo que quiera que le hayan hecho es simplemente reacción natural de un plano inferior de evolución. Ese individuo ya no tiene nada que aprender y no tiene que regresar a esta plano.

La Meta es el Amor. Los que han sido enemigos en una vida, a menudo nacen madre e hijo, o hermanos, en la próxima vida para obligarlos a amarse. La Naturaleza siempre busca unir por medio del Amor. Curar y refor­mar por el Amor.

 

EL SALMO 91

El que habita en el retiro del Altísimo, morará segu­ro bajo la sombra del Omnipotente.

Yo diré de Jehová: Refugio mío y fortaleza mía. Mi Dios, en El confiaré. (Esta última es la afirmación que produce las condiciones que enumera el Salmo)

Porque El te hará escapar del lazo del cazador y de la asoladora pestilencia. Con Sus plumas te cubrirá y debajo de Sus alas te refugiarás: escudo y adarga es Su Verdad.

No tendrás temor de espanto nocturno ni de saeta que vuele de día, ni de la pestilencia que anda en las tinieblas, ni de la mortandad que hace estragos al mediodía. (Trata de comprender los símbolos que encu­bren estas promesas)

Caerán a tu lado mil, y diez, mil a tu diestra; pero a ti no te tocará. Tan sólo con tus ojos mirarás la recompensó, de los inicuos, por cuanto has dicho: Tú. ¡Oh Jehová, eres mi refugio! (o por haber hecho de la afirmación tu norma) y al Altísimo has puesto por tu habitación. (Porque en todo consultas al Ser Divino)

No te sucederá mal alguno ni plaga tocará en tu morada, porque dará encargo a sus ángeles acerca de ti para que te guarden en todos tus caminos. Sobre las palmas de sus manos te llevarán para que no tropieces con tu pie en alguna piedra, (Es decir, para que no tengas el más leve inconveniente)

Pisarás al león y al áspid; hollarás al leoncillo y la serpiente: por cuanto tiene puesto en mí su amor, yo también lo libraré.

Le pondré en alto por cuanto ha conocido mi nombre. (El "nombre" en el lenguaje bíblico es la naturaleza de la Verdad)

El llamará a mi y yo le responderé. Con él estaré yo en la angustia, le libraré y le glorificaré. De larga vida le hartaré y le mostraré mi salvación.

La Ley de Causa y Efecto es la Sexta Ley de la Creación. Todo efecto tiene una causa; toda causa tiene una reacción. La casualidad no existe, la "suerte" no existe.

La Biblia dice "El amor cubre una multitud de peca­dos". A Magdalena le fueron descontados cantidad de efectos kármicos porque, según Jesús: "Había amado mucho".

La Séptima Ley de la Creación es el Principio de Generación, el cual ya te he explicado: En todo hay el masculino y femenino necesario para crear. Las leyes todas se entrelazan y éstas vuelven a empatar con el Principio de Mentalismo con que comenzamos esta obrita.

La Generación se manifiesta en todos los planos, en cada uno de una forma más elevada, pero el Principio es el mismo.

 

 

 

EL SIGNO DE ACUARIO

Jesús mencionaba mucho "este mundo" y "el otro mundo". También anunciaba muchos cambios para "el fin del mundo". Una vez le preguntaron los Apóstoles cuándo llegaría ese fin del mundo que él tanto predecía, y Jesús les contestó: "Cuando veáis al hombre con el jarro de agua". No sabemos si los Apóstoles compren­dieron la alusión, pero para esta generación está clarísima.

Todo el mundo sabe que el Zodíaco establece la precesión de los equinoccios, o en palabras muy bara­tas, es un círculo en el firmamento estelar compuesto por grupos de estrellas. Cada grupo tiene un nombre. Según la Astrología, cada mes del año está regido por uno de los grupos de las estrellas o signos del Zodíaco. Son doce signos, uno para cada mes del año; cada signo es acompañado por lo que llaman "un regente", que determina la naturaleza del signo.

Pero el Zodíaco tiene un significado mucho más profundo. Digamos que por fuera del circulito que cie­rra los doce meses de un años, hay un círculo mucho, pero mucho más grande. Tan grande que el espacio ocupado por 2160 anos aproximadamente (dos mil cien­to sesenta) corresponde a un Signo del Zodíaco, o sea, que cada Signo con su regente gobiernan a la humanidad durante dos milenios y pico. Al final de cada una de estas eras, el signo que ha imperado comienza a esfu­marse o alejarse, y simultáneamente comienza a hacerse sentir la influencia del próximo signo y las característi­cas del regente nuevo.

Lo que esto implica es que el signo es como quien dice: "la orden del día" para toda la humanidad durante esos dos milenios y se puede leer perfectamente como sigue: El Signo que acaba de pasar es el de Piséis (los peces). Comenzó a alejarse a fines del siglo pasado, pero durante toda la Era en que actuó, la humanidad se mostró influenciada por el pez. Como base, a Jesús lo llamaban los cristianos "el pez" y adoptaron un dibujo de un pez como clave para indicar en qué lugar se iban a reunir. Esa era la época de la persecución.

La religión católica, que imperó durante los dos milenios pasados, inconscientemente mostraba la forma del pez en la forma de la mitra del obispo (cabeza de pez con la boca abierta), en la forma gótica de las entradas a las iglesias y en muchas otras características.

El ánimo humano se volvió lacrimoso (agua del mar) y gozaba sufriendo. Las novelas eran dramas conmove­dores; imperaba en todo el melodrama. Todo era pesado como el volumen del mar y fue la época de los grandes viajes del mar. El agua tiene dos fases, como todo, y son: Negativa, porque pudre todo lo que esté en contac­to con ella demasiado tiempo; y Positiva, porque en ella nace la vida y contiene cantidad de potencialidades. El color de ese Signo era negro, negativo.

Hacia el final de la Era y al aproximarse el Signo de Acuario, en el cual estamos, hubo la reacción que lla­man "crisis"; como cuando una enfermedad hace crisis y se agravan todos los síntomas, justamente antes de empezar a mejorar. También fue inventado el submari­no, es decir, el barco bajó a las profundidades del mar, acentuándose aún más la semejanza con un pez, hasta en el color plateado.

Al entrar más de lleno la Era de Acuario, que es un Signo aéreo, el submarino crió alas y se convirtió en avión, pero siempre plateado.

El carácter de Acuario es del jardinero. Representa un hombre con un jarro de agua al hombro. Siempre ayuda a regir el agua, pero en cantidad razonable. El jardinero celeste cultivará su jardín para que las plantas den flores (para que la humanidad se perfeccione). El Signo lleva dos líneas irregulares a los pies del jardine­ro que significan "corrientes". Corrientes nuevas de pensamiento, corrientes eléctricas, caminos nuevos en el aire, etc. Fue descubierta la electricidad a fines del siglo ya para entrar en el nuevo. Poco a poco fue invadiendo nuestras vidas hasta que vivimos en ella y por ella; junto con ella y rodeados de ella. Estamos abriendo nuevas rutas en el cielo. Ya la electricidad se graduó con el título de "electrónica". El elemento que va a terminar de transformarlo lodo en una Era nueva y diferente es el Uranio, llamado como su regente, Urano. Los Signos alternan. Uno es Positivo, el próximo Nega­tivo. Acuario es Positivo.

Para esta Era está predicha la unión de las religiones con la Ciencia. No habrá una religión que impere como imperó la católica en la Era pisceana. Todas se unirán en una sola Verdad.

Cada cambio de Signo trae grandes cambios en el planeta y en la mente. El nuevo Signo actúa como una purga que revoluciona todo lo antiguo para dejar limpio el terreno, acondicionado para la selección que trae el nuevo Signo.

El color de este Signo es el blanco. Es la era espiritual y en la historia de la humanidad será la más grandiosa que haya imperado. Las señales que estamos viendo, tan alarmantes, tan perturbadoras no significan sino que Urano, llamado "el destructor", está efectuando su lim­pieza a mano armada. La destrucción es muy buena cuando rompe todo lo malo y viejo para dejarle el puesto a lo nuevo y bello. Eso es lo que está haciendo Urano. ¡Bendito sea!

La Era de los patriarcas bíblicos se distinguió por el pastoreo. Era el Signo Aries, la cabra. La Era de los egipcios, el Signo Taurus, estaba influenciada por el toro. Eran criadores de ganado y adoraban al toro.

En esta nueva Era no habrá mas dirigentes máximos. Desaparecerán los Papas, los Gurúes, los Imperators, los Grandes Maestros, etc. Cada cual regará su propio jardín dirigido por el Ser Divino, el Mesías, el Cristo o Ungido.

ADVERTENCIA

Coloca este librito en lugar muy visible. No creas que con una sola leída vas a poder absorber todo lo que contiene. Vuélvelo a comenzar al terminarlo y verás que lo encuentras nuevo, más lógico y más interesante. Esto te sucederá cada vez que lo vuelvas a releer, porque la Verdad es una fuerza vital que remueve células dormidas.

A pesar de que vas a tener demostraciones, al parecer milagrosas, apenas comiences a poner en práctica las leyes que aquí aprenderás; a pesar de que tu entusiasmo te llevará a querer compartir con otros tus nuevos cono­cimientos, no trates de convencer a nadie de que apren­da la Verdad. Si lo haces, encontrarás que aquellos que tú creías más preparados para recibirla son los que menos simpatizan contigo. Es que "Cuando el discípulo está preparado aparece el Maestro", dice una máxima ocultista. Enseña con amor a todo el que te pida consejo. Sabrás lo que debes decir si le pides al Ser Divino que hable por ti.

"Nobleza obliga", dice la máxima, y el que aprende las leyes superiores está más obligado a emplearlas con toda corrección que aquel que las ignora. No trates jamás de aventajarte en perjuicio de otros por el hecho de conocerlas. Aquél que se cree autorizado para apro­vechar su conocimiento a expensas de un tercero, o que se considere dispensado de cumplir las reglas comunes de las buenas costumbres, por el hecho de poseer cono­cimientos superiores, incurre en los castigos, a veces severísimos, que trae el tratar de burlar las leyes.

El metafísico es mejor inquilino, mejor amigo, mejor padre, mejor gobernante, mejor ciudadano, mejor próji­mo, mejor hijo, mejor deudor, mejor patrón y mejor empleado que los demás que no son metafísicos, por el mismo hecho de conocer las Leyes inmutables y sus efectos.

 

Hemos recopilado esta serie de cartas, clases, conferencias y mensajes, que al publicarlas sea... un reencuentro con Conny Méndez y ...

 

UN TESORO MÁS

PARA TI

 

LA HERMANDAD SAINT GERMAIN

Revisando los archivos dejados por nuestra siem­pre recordada fundadora CONNY MÉNDEZ, desea­mos aclarar, para conocimiento del estudiantado, la verdadera historia del nombre de la HERMANDAD.

El día 15 de abril de 1970, Conny, reunida con el grupo de alumnas que ella venía preparando para que fueran GUIAS o INSTRUCTORAS de las ense­ñanzas que ella tan valerosamente trajo para el mundo de habla hispana, acordaron darle forma or­ganizada a todo el engranaje que se había ido for­mando a su alrededor y decidió registrarlo legal­mente bajo el nombre de "ASOCIACIÓN SAINT GERMAIN".

La mayoría de las asistentes manifestó que le gustaba más el nombre de "HERMANDAD SAINT GERMAIN", en lugar de ASOCIACIÓN, a lo cual CONNY replicó:

-"No; déjenlo así, pues el nombre de HER­MANDAD podra producir confusión con otras HERMANDADES pertenecientes a otras religiones o grupos de carácter espiritual que existen en gran número, funcionando en todas partes. Legalicemos le con el nombre de ASOCIACIÓN y si tanto les gusta el nombre de HERMANDAD, usemos ese nombre en la practica y de este modo quedara re­gistrado en el Plano Eterice: Así se hizo, de ahí que, tanto en nuestros libros de texto, revistas co­mo en otras publicaciones, aparezcamos usando el nombre de "HERMANDAD SAINT GERMAIN", cuando en realidad legalmente registrado fue "ASOCIACIÓN SAINT GERMAIN"

Este Registro Legal se hizo con fecha 30 de ma­yo de 1970 y tiene una duración de 20 años, o sea, que estará vigente hasta el 30 de mayo de 1990.

Por tanto la "HERMANDAD SAINT GER­MAIN", nunca fue registrada por CONNY. Poste­riormente fundó la "GRAN HERMANDAD SAINT GERMAIN", poco antes de su paso a otro plano de vida, pero a poco de fundada quiso anularla, así como a la revista LA UNIDAD, de la cual sólo salie­ron 2 números, ya que ella pasó una circular entre las GUIAS, de la cual conservamos un original, reti­rándole su respaldo a dicha publicación. No le al­canzó el tiempo de su vida para firmar el documen­to mediante el cual el registro de la GRAN HER­MANDAD iba a ser anulado, de lo cual puede dar fe el Asesor Jurídico de la ASOCIACIÓN para aquella época, ya que él redactó el Acta de anula­ción y cuando la presentó para firmar, Conny se encontraba ausente en Miami a donde había ido a pasar el fin de año con su Familia. Allí murió sor­presivamente de un paro cardíaco, de muerte natu­ral, casi sin agonía, como correspondía a un espíritu evolucionado, como era el de ella. Después de reci­bir los oficios de la Iglesia Católica, a la cual perte­neció por nacimiento y a la cual pertenecen toda­vía hoy todos sus descendientes. Su cuerpo fue inci­nerado, tal como la había ella dejado dispuesto; sus cenizas fueron traídas a Venezuela, su patria, e in­humadas en el Cementerio General del Sur, en el panteón familiar.

Las enseñanzas que dejó han sido dispuestas por los Ascendidos Maestros de la Sabiduría, pertene­cientes a la FRATERNIDAD BLANCA y han ido ex­tendiéndose por todos los países de habla hispana en una forma paulatina, natural, segura, inconteni­ble, sin que se hayan hecho alharacas de propagan­da ya que, el PLAN DIVINO, a pesar de los adver­sarios y de las apariencias en contrario, tiene que cumplirse, como lo afirmaba ella y así está suce­diendo.


PARA LOS METAFISICOS ... Y TAMBIÉN PARA LOS QUE NO LO SON

Tú sabes que desde mucho tiempo nos vienen lloviendo "mensajes" profetices, destructivos, que tienen por único objeto aterrorizar con sus anun­cios de cataclismos inminentes, ya que no ofrecen explicaciones, ni alternativas, ni solución, ni con­suelo.

Primeramente, hermanitas y hermanitos míos, no tenemos necesidad alguna de que se nos repita lo que está estipulado en los capítulos 24 y 25 del Evangelio de San Mateo, tan conocido por todas las religiones del Planeta; y como allí se nos ofre­cen alternativas y consuelo, te recomiendo que los releas y los medites leyendo entre líneas, recordan­do lo que enseñó el Divino Maestro Jesús, alertan­do contra "la letra que mata" y "el Espíritu que da Vida". Esto significa, textualmente, que no se de­ben tomar como artículo de fe las imágenes de es­panto y horror que abundan en la Biblia, sino que se debe interpretar el símbolo detrás de la imagen; pero como de esto voy a tratar más extensamente, por ahora quiero recordarte lo que se te ha enseña­do desde el Primer Capítulo del Librito Número Uno, a saber, que si te empeñas en oír, leer, creer, aceptar el contenido de tales "mensajes", esperan­do y temiendo encontrarte en terremotos y cata­clismos, esto te ocurrirá sin lugar a dudas, porque la Ley de Correspondencia, Ley Espiritual inmuta­ble, dice: "COMO ES ARRIBA (en tu mente), ES ABAJO (en tu materia)", y ya tú sabes que la Ley no falla.

Ahora bien, como no fuimos criados para ser ex­terminados sino para que aprendiéramos a ser dio­ses (Evangelio de San Juan, capítulo 10, versículo 34), comienza YA a comprobarte a tí mismo tu Di­vinidad Interior y tu inmenso poder, trayendo a tu recuerdo la Gran Presencia que hay en ti, en todos y en todas partes, ya que ELLA es la Luz en el Centro del Átomo. Y luego afirma: "NO ACEPTO DECRETOS DESTRUCTIVOS NI PARA MI, NI PARA MIS SERES QUERIDOS. AMADA PRE­SENCIA, ASUME EL MANDO".

Después, quédate en paz, porque habrás hecho lo más grande que se puede hacer en el Planeta Tierra, o sea, sumarte a la Voluntad Divina que es el Bien y el Amor. De inmediato vas a comprobar tu enorme poderío. No les ocurrirá nada a los nom­brados. Pero dependiendo de lo que significa para ti esa expresión "MIS SERES QUERIDOS", así se­rá tu manifestación pues sabemos quienes conside­ramos a toda la humanidad como seres queridos nuestros, y nuestro decreto afirma QUE NO QUE­REMOS QUE LES SUCEDA NADA A NUES­TROS SERES QUERIDOS. Vas a comprobar otra Ley que es: "Uno con Dios, es la Mayoría". El Di­vino Maestro Jesús dijo: "Dos o más reunidos en mi nombre" lo cual representa la totalidad. Por lo tanto verás la repetición de lo ocurrido en el año pasado, el día 6 de abril de 1974, en que se alejó el cometa Kohutek que venía a destruir la Tierra.

Te recuerdo otra cosa: Las mentes humanas son como coladores. Sí. Contienen espacios por donde se filtra la luz de un mensaje espiritual, pero tam­bién contienen residuos de muchos "alimentos" que ensucian y contaminan esa luz, haciéndola irre­conocible. El YO SUPERIOR presenta la verdad en forma de símbolos porque, ¿en cuál otra forma se puede representar una idea? Te la presenta como una construcción, y si esta construcción es defec­tuosa, te está causando innumerables malestares y manifestaciones negativas. Para anunciarte la dicha de que ya se te van a corregir esas construcciones, ideas o conceptos errados ¿cómo te pueden presen­tar esa transmutación? Pues demoliendo las cons­trucciones, ¿no es así? Las personas clarividentes son las más propensas a confundir los símbolos porque los ven con gran claridad; lo malo es que los interpretan de acuerdo con los residuos que yacen en su colador mental, y ellas son las que lanzan los "mensajes".

Ya tú "conoces la Verdad", no vuelvas a alar­marte con los anuncios de cataclismos. En vez de ayudar a traer la destrucción, ayuda tú en la trans­formación de la Nueva Era en la que ha de surgir "El Nuevo Cielo y La Nueva Tierra". No comentes lo negativo, no repitas los "mensajes"; recuerda la verdad. Haz la infalible afirmación-decreto y ponte en paz, porque es solamente en ella que puede ma­nifestarse la unidad, la armonía, y la abundancia para todos. Recuerda que tu pensamiento llega a los confines del planeta; ¡en tres segundos! y si aca­so dudas de esto, te recordaré también que el teleti­po, creación humana, contacta a cualquier punto de la tierra en tres minutos. Nada de extraño tiene, pues, que el pensamiento, creación Divina, contac­te su objetivo en tres segundos.

 

Ahora vamos a lo que te ofrecí esclarecer y com­probar más extensamente: Para leer entre líneas a San Mateo, donde dice por ejemplo: "CUANDO VIEREIS LA ABOMINABLE DESOLACIÓN . . . AQUEL QUE ESTA EN EL TEJADO QUE NO BAJE A TOMAR NADA DE SU CASA Y EL QUE ESTA EN EL CAMPO NO VUELVA ATRÁS EN BUSCA DEL MANTO . . .", no hay que creer que esto se refiere a los que se encuentran realmente en la azotea de un edificio, ni a los que se ocupan de sembradíos. Simplemente te recuerda conservar tu mente en la presencia de Dios, y que no pongas tu confianza en las protecciones materiales, ya que no importa dónde te encuentres, la Amada Presencia está contigo, y, si lo recuerdas, no peligras.

Con respecto a las amenazas de guerra, vamos a suponer que tú tienes un sentimiento de desagrado contra alguien, llamémoslo tu "enemigo". Ese sen­timiento no te deja pasar las manifestaciones que crees merecer porque las sabes pedir. Las Escrituras Sagradas dicen que si vas a orar y te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, que dejes tu ora­ción en suspenso mientras vas a contentar a tu her­mano. Esto no significa que debes ir a darle un abrazo a tu enemigo, sino que simplemente lo vi­sualices y le digas a su imagen mental: "DESEO AMARTE. QUIERO QUERERTE. AYÚDAME A QUERERTE". Esto actúa instantáneamente. Este pensamiento le llega en tres segundos y vas a com­probar de inmediato como comienza a eliminarse la amargura y el desagrado entre ambos. Esto es lo que extermina la guerra, lo que siembra la paz y es el famoso AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS. No me lo creas, compruébalo y enséñalo.

 

DIOS ES LA PAZ

Ustedes saben ya que al pensar en Dios, al pensar en algo espiritual, en el Cristo en nosotras o en Dios en nosotras, ya hemos polarizado el pensa­miento, y lo hemos polarizado en lo más alto. De manera que en cuanto tenemos un tropiezo, una evidencia de enfermedad, un accidente, un desagra­do, o que nos encontremos diciendo o haciendo algo negativo o destructivo, debemos memorizar la pre­sencia de Dios en nosotras primeramente; el hecho preciso de reconocer la falta en nosotras, equivale a la confesión católica y por lo tanto el error (que los católicos llamamos "pecado") ya está perdonado. Ustedes saben que la penitencia que da el Sacerdo­te es una oración ¿Qué hacemos cuando elevamos la mente al espíritu y hacemos un tratamiento? Pues estamos haciendo una oración. Y las que ya conocemos la práctica de reconocer un error, sea en nosotras o en otra persona, negar ese error, afir­mar la verdad QUE ES DIOS, nos conectamos di­rectamente con El. Cada vez que una se conecta di­rectamente con Dios es invariable que se siente un gran alivio ¿Qué significa esto? Que Dios mismo ha perdonado y ha borrado hasta los efectos de aquel pecado. Porque donde nosotras coloquemos a Dios, El inmediatamente ordena y perfecciona en su creación. No puede existir imperfección donde esté Dios. Donde nosotras sintamos a Dios, estamos sin­tiendo Su Perfección. La única forma de hacer con­tacto y conexión con Dios es mentalmente. Pensan­do en El; no hay otra forma.

Como Dios es Amor, al pensar en El estamos pensando amor ¿Se han dado cuenta de esto? No podemos pensar en Dios sin pensar amor. Es decir, que estamos amando a Dios cuando pensamos, aun­que no sea sino en la palabra "Dios", y la Biblia di­cen: "El amor es el cumplimiento de la Ley", esto quiere decir TODA LA LEY, o sea, todas las leyes. Estamos "en ley" cuando estamos en amor, pen­sando amor, pensando en Dios, y cuando nosotras, estudiantes de la Verdad Metafísica, estamos tra­tando de cumplir las Leyes de Dios, tratando de elevamos, tratando de comprender, o sea buscando con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro cora­zón y sentidos, tenemos derecho a la paz perfecta de nuestras mentes y almas. Estamos con Dios. Es­tamos en amor. Mejor voluntad no se puede expre­sar que la que nosotras estamos expresando en este momento, ustedes oyendo esta charla, yo dictándoselas. Y Jesús dijo: "Paz en la Tierra a los hom­bres de buena voluntad".

La Paz es el Don más grande de Dios. Emmet Fox dice, que cuando nuestras almas están en paz, nada puede descomponerse, y todo lo podemos. No se formen una figura de la Paz en la mente. La Paz no es estar pasivas e inactivas. Se puede estar en plena y febril actividad y estar en perfecta paz. Es el alma, el corazón, los sentimientos, el estar contentos, interesados en la tarea a la mano, estar en paz. Estar así es la felicidad. No se necesita ma­yor cosa para estar feliz. Se necesita la paz y nada más. Es importantísimo, pues, conservarse en paz, aprender a estar en paz, conocer lo que es la paz y valorizar todo para saber cuáles son las cosas que no merecen la pena ni decir, ni pensar, ni hacer, ni obtener, porque nos quitan nuestra paz, ya que la paz es lo único que vale la pena, ya lo hemos visto:

LA PAZ ES LA FELICIDAD.

Si se está molesto, no importa, qué especie de molestia, bien sea molesto en nuestro ánimo como en nuestro cuerpo, no se está en paz. Y se está infe­liz, ¿no es así? Cuando tenemos carencia de dinero, carencia de cosas necesarias para la vida, (soledad es carencia de compañía) angustia por nuestros seres queridos, temor o aprensión por el futuro, todo es falta de paz. Todas estas cosas nos quitan nues­tra paz. Podríamos ahora comenzar a detallar de nuevo las formas de ir curando todas esas condicio­nes que he mencionado, pero ya ustedes saben có­mo actuar en cada una de ellas. Y si no se acuerdan es que tienen que repasar las lecciones que tienen archivadas o engavetadas, porque todas estas condi­ciones están cubiertas en mis dos libros de texto y en las clases que se les han dado. Ustedes saben también que la verdad que se tiene, si no se usa o no se aplica, de nada sirve. Es más, es grave. Poseer­la y no usarla es el pecado de omisión ¿Cuántos hay que anhelan una fórmula para quitarse de enci­ma toda la opresión que los mata, y aquel a quien se le ha dado la desperdicia?

A esto último se le puede aplicar un adagio muy popular que dice: "Ni lava ni presta la batea". Es egoísmo y desperdicio de la peor especie. De mane­ra que no comenzaremos de nuevo a enseñar lo que ya se sabe. Lo que sí haremos es recalcar el supre­mo remedio. La fórmula más alta para obtener to­do lo que nos sea menester en cualquier momento, y sobre todo, la única manera de obtener nuestra paz instantánea, y toda la luz que necesitemos es dirigirnos a nuestro Yo perfecto. A nuestro Cristo Interior. A la Presencia de Dios. Acuérdense que donde reconocemos la Presencia de Dios, Ella co­mienza a poner orden en Su Creación. Comienza de inmediato a perfeccionar lo que está manifestando imperfección. Porque lo que estemos viendo que parezca imperfecto, aunque sí tenga forma y bulto, NO TIENE SUBSTANCIA REAL. Se puede desha­cer porque está basado en una mentira. Lo que esté basado en la Verdad es eterno y no se puede desba­ratar. Pero la mentira se esfuma al confrontarla con la Verdad, así es que por sus frutos los conoceréis. ¿Te encuentras frente a algo que te perturba, que parece muy, real? Prueba diciéndole: "Tu no tienes substancia, eres mentira, la Presencia de Dios está en tí porque Dios es la única Presencia y el único Poder". Como todo contiene la energía divina, al invocarla, mencionando la Presencia de Dios, la forma o figura ficticia se borra, se esfuma, deja ver la Verdad pura.

Este párrafo que acabo de decir es la gran fórmu­la. Es amor y lealtad a Dios. Estúdienlo, medítenlo mucho, pónganlo en practica y verán el adelanto rapidísimo.



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